Este es un titular muy utilizado en la sección de deportes y el trasfondo del mismo, sea cual sea el contexto, siempre es la esperanza. Confianza, creencia e ilusión de que vendrá algo mejor, cuando se ha pasado una mala racha.
Malas rachas que todos en mayor o menor medida hemos pasado por estos días y que nos hacen pasarla muy mal cuando las resistimos y luchamos con la incertidumbre que nos trae pero, que pueden ser una herramienta poderosa si se los permitimos para, ser más agradecidos por todo cuanto ya tenemos y revelar lo que en realidad somos y queremos.
La incertidumbre nos causa malestar porque lo asociamos con la pérdida de control pero, si aceptamos que para empezar nunca hemos tenido el control de nada, nos abre paso a lo desconocido que, aunque lo percibamos de forma negativa porque nos genera miedo y nos saca de nuestra zona de confort, también nos obliga a ver todo desde una nueva perspectiva y a actuar de forma diferente, trayendo nuevas posibilidades.
Así, nuestras expectativas y valores en este momento, con toda seguridad no son los mismos con los cuales empezamos este año, lo cual es normal porque nos estamos ajustando. El mundo ha cambiado y nosotros mismos estamos cambiando y cambiar significa reevaluar para cumplir los propósitos que teníamos de una manera diferente o eliminarlos por completo, para reinventarnos.
Reinventarnos sabiendo que hay más por vivir de lo que hasta ahora hemos vivido, más por experimentar, más por dar y recibir. En una vida más significativa y rica de lo que hasta ahora habíamos vivido y aprovechando las oportunidades que nos trae, encontrando la forma de hacerlas realidad.
«Solo en la oscuridad, puedes ver las estrellas»
Martin Luther King