Pasando todas las opiniones negativas que tiene la celebración de San Valentín, de ser un día cursi, romanticon e incoherente, o de que solo se celebra con fines consumistas.
Hasta llegar al punto de ser prohibido en algunos países porque lo consideran un ataque a su cultura.
Lo cierto es que así muchos de sus mayores detractores afirmen que si amamos a alguien deberíamos demostrárselo a diario.
Lo que hacemos de muchas formas, a través del cuidado de nuestros seres queridos, el trato cariñoso y los pequeños detalles.
Siendo honestos el romanticismo que todos quisiéramos que nos aflorara por los poros, poco asoma en nuestra cotidianidad.
Pues, entre el trabajo, nuestros quehaceres diarios, las rutinas y los que somos padres con la crianza de los hijos pequeños, aunque quisiéramos ser románticos, no lo somos.
Aunque tenemos la intención, nos falta en ocasiones la energía o el ánimo de celebrar a nuestro Valentín a diario.
Por lo cual esta fecha, especial para muchos y criticada por otros, a algunos nos recuerda a nuestro ser amado especial.
Invitándonos a agradecer y festejar por tenerlos en nuestra vida, acercándonos y uniéndonos alrededor de esta fecha.
Así que, cada uno de nosotros es libre de celebrar o no y darle la connotación y el significado que desee a esta fecha.
Sin la presión de tener que gastar, ni la obligación de quedar bien con algo que no sentimos.
Por el contrario, si ésta fecha cobra sentido para ti y te nace agradecer, celebrar, agasajar y compartir buenos momentos ¡Adelante!.
Al final, cualquier día es bueno si de expresar el amor se trata.
Tiene algo que me gusta. Eso es evidente, pero ¿Qué es?
Mario Benedetti