¿Qué imagen viene a tu mente cuando hablamos de una persona exitosa?
Para la mayoría de nosotros la imagen de una persona exitosa viene de un concepto cultural aceptado y socialmente generalizado.
Estrechamente relacionado con el poder, la fama, la belleza, la riqueza material y algunos patrones de consumo.
Pero, entendiendo el éxito como un resultado feliz y satisfactorio, son cada día más quienes logran tener todo lo que se suponía los haría exitosos y sienten un gran vacío.
La paradoja es que, al ver el éxito como la acumulación de poder, bienes materiales, riqueza monetaria, belleza y fama estamos persiguiendo una meta imposible.
Porque siempre habrá alguien con una mejor casa, un mejor auto, más rico, más bello, más poderoso, más famoso.
Una cumbre inalcanzable, donde el concepto de éxito es masificado de forma hábil para vendérnoslo como un atributo para presumir a los demás.
Es allí, donde caemos, al compararnos con los demás y perseguir ascender en una pirámide socioeconómica con vidas impulsadas por el consumo.
Trabajando largas y extenuantes horas, en ocupaciones que poco nos gustan para terminar con más estrés, deudas e insatisfacción
Sin tener tiempo para poder disfrutar de los bienes materiales adquiridos ni de lo importante en nuestra vida, porque no controlamos nuestro tiempo.
Si has adoptado inconscientemente como propia ésta noción de éxito pero no te sientes satisfecho, ¡es hora de cuestionar!
Ya que tu felicidad no debe depender de la necesidad de tener nada externo para sentirte bien.
Sé consciente de las imposiciones sociales que te limitan y parte por reconocer que no tienes una, sino diversas maneras de ser exitoso.
Para crear tu propia definición significativa de éxito que te lleve a lograr tu único y personal resultado feliz.
“No te daña lo que te hace falta, sino la creencia de que lo necesitas”
Rafael Vidac
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