Cómo plantear tus propósitos cuando el futuro siempre es incierto.
¿Quién no ha hecho resoluciones? Se plantea objetivos, intenta perseguir esos fines y se deja guiar por esos propósitos. ¿Qué sería de los seres humanos sin éstos deseos?
Sin embargo, con el pasar del tiempo nos vamos desanimando, si la brecha entre nuestra expectativa es muy lejana al resultado.
E incluso si logramos cumplir algunas de esas metas, siempre queda una sensación de frustración con aquellas no logradas.
Como frustrada de las resoluciones, me di cuenta que la mayoría de mis objetivos siempre los planteaba, priorizando los valores equivocados.
El tener, la apariencia, el lucro, el perfeccionismo y la competencia, en vez del aprendizaje en el proceso y el disfrute de la vida misma.
Propósitos equivocados que me llevaban a no aceptarme, negar mi presente y sentir que nunca era suficiente.
Que exacerbaban la ansiedad que me producía la necesidad de control permanente de un futuro que siempre es imprevisible.
Plantea propósitos que funciones para ti
Por ello más allá de los objetivos, hoy elijo con consciencia hacer lo que se siente bien para mí. Con el equilibrio y la tranquilidad de honrar mis valores.
Lo que a la larga me ha llevado a adoptar de forma rápida los hábitos y las acciones necesarias para vivir de forma plena y feliz.
Por ello, si te sientes identificado con el sentimiento de frustración de las resoluciones no cumplidas, empieza a direccionar tus deseos en función de cómo quieres sentirte.
Así por ejemplo, en vez de plantearte como meta, ir a diario al gimnasio, lo que puede tener como resultado que el día que no vayas te sientas como un perdedor.
Puedes en su lugar, enfocarte en tratar siempre tu cuerpo con la consideración, amabilidad, benevolencia y atención que merece.
Así, serás consciente de dormir mejor, moverte más, alimentarte de manera saludable; logrando un mayor bienestar en tu vida.
De esta manera, tu perspectiva no se limita a una acción, sino que derivará en una serie de acciones dentro de un espectro más amplio.
Sin embargo, si al abandonar esos objetivos particulares que te propones cada año, te hace entrar en pánico y sientes que tu mundo colapsa.
Intenta ser más flexible con las expectativas, para abrir paso, no a uno, sino a miles de futuros posibles.
A través de los cuales tus objetivos se podrán adaptar de forma más fácil y rápida a las circunstancias que se te presenten, para lograr cumplirlos.
«La vida es lo que pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes»
John Lenon