Incorpora actividad física en tu vida diaria sin esfuerzo
Nunca he disfrutado el ejercicio físico, odio cualquier actividad que implique sudar y no pisaría un gimnasio ni por equivocación.
¿Predisposición genética? Puede ser que si, como lo afirman varios estudios, seguro debe haber una causa para sentir este rechazo.
Pero, como si le estuviera escribiendo una carta a Santa Claus, si quiero en mi vida todos los beneficios en la salud que tiene el ejercicio.
Beneficios de la actividad física diaria
Tales como: Aumentar mis posibilidades de vivir más tiempo, controlar el peso, reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, algunos tipos de cáncer y fortalecer mis músculos y huesos.
Actividad física que en mi caso, disminuye además las dolencias de la enfermedad autoinmune que padezco y mejora mi pronóstico.
Además, hoy hay amplia evidencia científica de que lo que es bueno para el corazón, es bueno para el cerebro.
El ejercicio y su relación con la salud cerebral
Con lo cual hacer ejercicio mantiene también mis habilidades de pensamiento, aprendizaje y juicio a medida que envejezco y mejora mi estado de ánimo ayudándome a lidiar con el estrés.
Razón por la cual, así el ejercicio no me agrade, si está en mi top de prioridades, preservar mis funciones cerebrales y en general mi salud.
Actividades cotidianas que cuentan como ejercicio
La buena noticia es que pequeñas acciones diarias pueden causar un buen impacto, ya que el ejercicio no tiene que ser agotador para ser efectivo.
Consejos para mantenerte activo sin ir al gimnasio:
1. Usa ropa cómoda, de esta forma siempre estarás ¡listo para moverte!
2. Las actividades diarias como hacer nuestra cama, cocinar, lavar platos y limpiar también cuentan como actividad física, si se realizan con esta intención.
Camina más: Aprovecha las oportunidades diarias
3. Si tomas trasporte público baja de él una parada antes; si utilizas carro estaciónalo lejos del sitio a donde debes ir y si el trayecto es corto, opta por ir a pie.
4. En vez de una reunión, invita a los asistentes a dar una pequeña caminata.
5. Al hablar por teléfono, levántate y camina y si debes tratar algún tema con un colega, olvídate de llamarlo, chatearle o mandarle un mensaje y hazlo en persona.
6. Prefiere las escaleras tradicionales, antes que su versión eléctrica, las rampas mecánicas y los elevadores.
7. Toma una pausa activa cada hora, estírate, ve al baño más lejano o aprovecha para buscar algo en otra oficina o habitación.
Pequeños cambios que mejoran la calidad de vida
8. Si debes permanecer de pie, haciendo una fila por ejemplo, alterna un pie con el otro cada minuto.
9. Haz reuniones de trabajo sin sillas, esto hará que las personas sean concretas con sus intervenciones, se distraigan menos y al moverse activarán el cerebro para ser más creativos y productivos.
10. ¡Baila! estimularás la producción de endorfinas y reducirás el estrés.
11. Quítate los zapatos. Aprovecha el jardín o la arena para activar los músculos de tus pies y conectar con la naturaleza, si no es tan fácil encontrar estos espacios, camina descalzo en tu casa.
La importancia de jugar y moverse en familia
12. Si eres madre o padre, juega con tus hijos, ya que de una u otra forma nuestros pequeños siempre nos obligan a movernos.
Para los sedentarios como yo, el simple hecho de movernos trae más beneficios para nuestra función cerebral que, un sudoku avanzado, resolver una ecuación, leer y hasta pensar.
Aumentando nuestra calidad de vida por lo innumerables beneficios, mejorando nuestro humor, autoestima y bienestar.
Creo que no hacen falta más argumentos y sin más conclusiones: ¡A Moverse!