Una casa propia donde echar raíces y crecer
Es un sueño, poder brindar a nuestra familia una vivienda propia donde echar raíces y crecer. Por ello, la decisión de comprar nuestra casa está rodeada de mucha emocionalidad. No es una decisión fácil de tomar, porque involucra muchos factores para estar seguros de que además, es el momento adecuado. Ten en cuenta estos consejos que te pueden ayudar a tomar una mejor decisión:
Ahorra con el objetivo de comprar tu casa
Es recomendable empezar a ahorrar con este objetivo, de ésta forma se creará la disciplina financiera para pagar una cuota hipotecaria. En adición, el monto de la financiación requerida será menor y la cuota será más cómoda, al igual que el costo por los seguros que éste tipo de créditos incluye. Lo ideal entonces, es tener ahorrado como mínimo un 30% de enganche del valor de la casa que deseas adquirir.
La cuota hipotecaria no debe ser superior al 30% de tu ingreso
Los expertos recomiendan limitarse a un pago de hipoteca mensual (incluyendo los seguros) que no supere el 30% del ingreso actual. De esta manera, si en las condiciones de mercado inmobiliario actual no puedes encontrar una vivienda que te permita cumplir con éste presupuesto, es mejor alquilar y esperar a que las condiciones de mercado sean favorables para evitar el sobreendeudamiento.
Tu casa es tu santuario de paz
Si para comprar tu casa te ves obligado a tomar créditos de consumo o recurrir a las tarjetas de crédito para salir a flote con tus gastos cada mes, te espera una vida estresante. Pues, por el nivel de endeudamiento, ni tu, ni tu familia tendrán la calidad de vida que buscaban y tampoco obtendrás un retorno de tu inversión, pues tu ingreso se irá a pagar altos intereses.
Compra la casa que puedes costear
Compra la vivienda que tu ingreso actual te permita costear. Empezar poco a poco también es una buena opción. Todos queremos comprar la casa de nuestros sueños pero, para la mayoría de nosotros esta es una meta futura y eso está bien.
Contempla la alternativa de una casa usada para remodelar
Siempre es una buena alternativa contemplar también inmuebles usados que requieran remodelación, pues te dan una buena oportunidad de negociar el precio y obtener un buen descuento. Teniendo además la opción, de renovarlo de acuerdo a tus necesidades y gustos. Casa que, incluso con lo que implique el costo por su remodelación, tendrá precio es inferior que el de los inmuebles nuevos.
Ten en cuenta los gastos adicionales de comprar una casa
Adicional al valor de la vivienda, vas a tener gastos inherentes a la compra y posteriores a la misma que debes considerar y asumir. Tales como, amueblamiento, pago de impuestos, obligaciones comunes del condominio, valor de los servicios públicos en la zona, entre otros.
Tu casa debe darte calidad de vida
Si adquirir una vivienda te implica sacrificar tu calidad de vida, piénsalo dos veces. Ya que por ejemplo, nadie quiere pasar horas en el tráfico sin tener tiempo personal o para compartir con su familia, pues esto te puede llevar a que antes de lo planeado quieras de nuevo mudarte.
Infórmate de las condiciones de las Hipotecas
No te apresures a tomar una hipoteca sin informarte sobre la regulación en tu país, asegúrate que conoces todos los detalles y condiciones y evita tener sorpresas más adelante.
Aprovecha las ventajas de vivir en alquiler
Si debes postergar la decisión de comprar vivienda, aprovecha las ventajas de vivir en alquiler. En muchos países el mercado está regulado y el aumento en los arriendos por lo general no supera la inflación. Además, tu contrato de alquiler es a corto plazo vs el compromiso de una hipoteca a 15, 20 o 30 años; lo que te dará mayor flexibilidad de cambiar, alquilar en una zona que te guste y sea conveniente para movilizarte. Otra ventaja es que las remodelaciones, los mantenimientos e impuestos están por lo general cargo del propietario, lo que siempre libera recursos para otros fines.
Adquirir una vivienda es una gran inversión de dinero y en muchas ocasiones es el principal activo que tendrá una persona a lo largo de su vida, por lo cual, vale la pena destinar el tiempo que sea necesario para tomar una buena decisión que sea en tu beneficio y el de tu familia a largo plazo.