5 formas de sortear los retos personales en el camino de la sostenibilidad
Esta foto fue tomada en unas vacaciones hace unos años. Con mi familia queríamos conocer la bella y vibrante San Francisco. Visita que fue opacada debido a que durante nuestra estadía, los bosques de California se quemaban, personas perdían la vida, más de un centenar estaban desaparecidas, y miles eran evacuadas y perdían su hogar. Con el pasar de las horas, la calidad del aire empeoraba, unos días tuvimos prohibición de salir y los días restantes, debimos usar mascarilla durante toda la jornada. Nunca pudimos ver el cielo despejado, de hecho, en algunos días se tornó de un naranja y rojo intensos, una escena tan surreal que era por momentos difícil de creer.
Así, estas vacaciones fueron una vivencia que, nos permitió experimentar de primera mano, lo que el cambio climático significaba. Un concepto que en ese entonces creía entender pero, que antes de ese momento, aún confieso que sentía lejano. Hoy, el cambio climático no es ajeno a nadie y es triste afirmar que, forma parte de nuestra cotidianidad, comprendiendo la urgencia de trabajar por la protección del planeta. Siendo consciente de los cambios que debo realizar en mi estilo de vida para que este sea sostenible.
Cambios graduales que he venido implantando, pero que, ante todo el impacto negativo que hemos causado, aún siento que son insuficientes. Por ello, es justo por ahí por donde hay que empezar, por sortear esos retos personales que nos lleven a sentirnos más motivados para persevera. Así, a través de mi experiencia, te comparto 5 aspectos que debes tener en cuenta para avanzar en el camino de la sostenibilidad:
Responsabilidad Personal
Es normal sentir que hacemos poco, porque en muchas de nuestras acciones, no podemos ver el resultado directo o inmediato. Sensación que surge de la consciencia que ahora tenemos del impacto que nuestras decisiones y acciones tienen en el medioambiente.
Lo que es también, una clara señal de que estamos cambiando de mentalidad, poniendo el foco en nuestra responsabilidad personal. Siendo más cuidadosos, en lo que compramos, usamos o desechamos; lo que comemos o en qué nos movemos, definiendo así nuestro nuevo estilo de vida. Entendiendo a través de nuestras acciones, que todo lo que hacemos a diario es importante y marca la diferencia. Convirtiéndonos en agentes reales de cambio.
“Son las pequeñas cosas que hacen los ciudadanos. Eso es lo que marcará la diferencia. Mi pequeña cosa es plantar árboles”
Wangari Maathai
Definir qué es suficiente
Podemos encontrar la manera de vivir bien, aprovechando nuestros recursos y reduciendo el desperdicio. Prefiriendo la calidad sobre la cantidad y abandonando el concepto de la cultura consumista a la que venimos acostumbrados de Comprar, usar y tirar. Lo que nos ayudará a definir qué es lo que en realidad necesitamos, con una alta probabilidad de descubrir, que es mucho menos de lo que creemos. Para llegar a definir lo qué es suficiente.
«Hay suficiente en el mundo para cubrir las necesidades de todos los hombres, pero no para satisfacer su codicia.»
Mahatma Gandhi
Invertir en productos sostenibles
En muchos de nuestros países adquirir alimentos con los sellos -orgánico, ecológico, biológico o sostenible- implica pagar un mayor precio. Debido a que muchos conllevan una producción más artesanal, por parte de pequeñas compañías que no reciben ninguna clase de subsidios estatales. Artículos que además, se distribuyen con frecuencia en tiendas especializadas, y son justos, éticos y sostenibles en su producción, lo que implica mayores costos.
Por lo cual el proceso, es a base de prueba y error para, hallar aquello que se ajuste a nuestro presupuesto y funcione mejor para nosotros. Entendiendo también que muchos de estos artículos, están aun en desarrollo y no presentan el mismo nivel de acabado y comodidad de los productos industrializados que usábamos. Por lo cual es importante, ser flexibles y perseverar en la búsqueda, ya que la oferta es creciente y los productos evolucionan de forma permanente. Para poder disfrutar del beneficio de productos, sin persistentes residuos tóxicos provenientes de pesticidas, antibióticos, fertilizantes sintéticos, aditivos y conservantes.
Artículos que, aunque percibimos costosos en un primer momento, suelen ser una valiosa inversión en el tiempo. Pues, ¿Cuánto vale eliminar los residuos tóxicos de nuestro organismo, nuestra casa y nuestro ecosistema?
“Cómo pudimos alguna vez haber creído que era una buena idea cultivar nuestra comida con veneno”
Jane Goodall
Encontrar el balance
Intentar llevar un estilo de vida más sostenible tiene sus propios retos y en muchas ocasiones implica una mayor dedicación y esfuerzo. Para escoger las mejores alternativas, aceptando que en muchas ocasiones, es imposible lograr que todo en nuestra vida sea 100 % sostenible. Por lo cual es importante encontrar el balance, eligiendo muy bien nuestras propias batallas. Con la convicción de que siempre hacemos lo mejor que podemos. Logrando que, nuestras elecciones además de sostenibles, nos permitan lograr también un mayor bienestar.
“El punto en la vida es encontrar el equilibrio en lo que es inherentemente inestable”
Pierre Reverdy
Sentir que pertenecemos, reconectando con la naturaleza
Vivimos en ciudades con escasos espacios verdes, porque creímos que eso era el “progreso”, y vemos la naturaleza como un lugar del cual no formamos parte y solo vamos a visitar. Sin darnos cuenta que, en esta supuesta evolución perdimos la conexión que nos hacía más humanos. Para revertir entonces el efecto de todo el daño que causado, necesitamos ser intencionales. Conocer la madre tierra, respetarla, aprender a amarla y sentir que pertenecemos a ella. Recuperando lo que intuitivamente ya sabemos, que es en la naturaleza en donde podemos sanar nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestra alma, para estar en paz.
“No se puede amar lo que no se conoce, ni defender lo que no se ama” Frase atribuida a Leonardo da Vinci