Pequeños cambios en nuestros hábitos alimenticios tienen un enorme impacto en nuestro presupuesto personal
El alza de los precios en los alimentos, es una realidad que nos preocupa y con la cual debemos convivir, cada día gastamos más y llevamos menos alimentos a casa. Sin embargo, esta realidad convive también con el frecuente desperdicio de alimentos que ocurre en toda la cadena, e incluye nuestros propios hogares.
Desperdicio que, poco a poco se va convirtiendo en costumbre, ya que sin prever los menús, compramos más de lo que necesitamos, servimos grandes porciones que no consumimos o dejamos que se estropeen los productos. Situación de la cual una vez somos conscientes, nos molesta, nos hace cuestionarnos y reprocharnos, pues es una total incoherencia, intentar aprovechar los recursos, sin cuidar el despilfarro.
3 formas fáciles de reducir el desperdicio de alimentos
Organiza tus alacenas y el refrigerador
Coloca tus alimentos siempre en el mismo lugar de manera visible y da prioridad a aquellos próximos a vencer, lo que te permitirá usar los productos y hacer un inventario de forma fácil.
Mantén una lista de compras
Una lista de compras te permitirá conocer tus patrones de consumo y calcular las cantidades adecuadas que necesitas para un periodo determinado sin excederte de tu presupuesto. Hoy es posible llevar tu lista de compras en una App que te facilita mantenerla actualizada a diario con los agotados y además, puedes compartirla con tu pareja o familiares, para evitar duplicar las compras.
Otro beneficio de tu lista de compras es que te permite planear las visitas al mercado, los supermercados y tiendas de conveniencia, reduciendo así la frecuencia, para evitar tentaciones y ceñirte a tu listado, comprando solo lo que necesitas.
Alarga la vida de tus alimentos
Compra productos de temporada, a productores de alimentos locales, y prioriza la calidad, sobre la cantidad. Además, revisa con más detalle la caducidad de los productos antes de comprarlos, planifica las comidas, saca mayor provecho de las sobras y evita que los alimentos se dañen, congelándolos, fermentándolos o haciendo conservas.
De esta manera te darás cuenta de que, tener el propósito de reducir el desperdicio, nos pone en la ruta de tener un estilo de vida más sostenible, gastar menos en alimentos, cuidando nuestro bolsillo y logrando un impacto positivo en la seguridad alimentaria de todos.
Reducir el desperdicio de alimentos es una manera deliciosa de ahorrar dinero, ayudar a alimentar al mundo y proteger el planeta
TRISTRAM STUART
