Vivir en piloto automático
Hace un tiempo, me encontraba atrapada en una rutina frenética, las horas desaparecían, los días se me escapaban y los meses volaban. Tenía un sinfín de metas por alcanzar y tareas pendientes por completar, pero, apenas tiempo para lo que realmente me importaba. Mi vida era un torbellino de prisas, ocupaciones y una conexión constante a la tecnología.
La culpa de una mamá ocupada
Situación a la cual se sumó la culpa, una vez llegó el momento de regresar al trabajo después de mi licencia de maternidad. Porque una vez reinicié de nuevo mi rutina laboral, sentía que no pasaba el tiempo suficiente con mi hija, y aunque intentaba compensarlo con lo que llamamos «tiempo de calidad», la sensación de culpa persistía.
Hasta que descubrí por qué no podía librarme de ese sentimiento y me percaté de que, pese a pasar tiempo con mi hija, no estaba de verdad presente. Mi mente estaba invadida por las distracciones. Así, cada notificación, correo electrónico, mensaje o llamada interrumpía nuestras interacciones y robaba mi atención.
Desconectar para conectar
Fue así como, en ese momento, tomé una decisión que cambió mi vida. Decidí que usaría la tecnología a mi favor para desconectar. De esta manera, empecé a implementar períodos de tiempo en «modo avión», espacios donde la tecnología no tenía cabida y la transformación fue asombrosa.
Momentos mágicos e invaluables
Esos momentos de desconexión se convirtieron en verdaderos tesoros. Pasé a apreciar la calidad de tiempo que compartía con mi hija, y la sensación de culpa comenzó a desvanecerse. Descubrí que no se trata de cuánto tiempo pasamos juntas, sino de la calidad de la atención que le brindamos a esos momentos. Lapsos de tiempo compartimos que ahora son mágicos, invaluables, memorables y sagrados.
Tu viaje hacia la maternidad plena
Si te sientes identificada con mi historia, te invito a reflexionar sobre tu propia vida y cómo la compartes con tus hijos. ¿Estás verdaderamente presente en esos momentos? ¿O te encuentras atrapada en una maraña de distracciones y prisas?
La maternidad plena no se trata de pasar cada minuto del día con nuestros hijos, sino de estar presente cuando estás con ellos. Desconectar de las distracciones y enfocarte en la maravilla de cada uno de esos momentos. Es ahí donde empiezas a descubrir que la maternidad es un viaje único, mágico y transformador.
Encuentra el tesoro en la atención plena
Esos momentos de atención plena pueden transformar la relación con tus hijos. Para crear recuerdos inolvidables y disfrutar de momentos mágicos con ellos. Cada día es una nueva oportunidad para conectar en su relación. ¡Tu viaje hacia una maternidad plena comienza hoy!