Tienes algún conocido que siempre te pide que le devuelvas la llamada para no gastar sus minutos, o se cuela en reuniones para comer gratis. Nunca paga la cuenta, revisa el detalle para descubrir quién pidió el plato más caro y demanda solo pagar lo que él consumió. Olvida su billetera cuando se pide apoyar una causa benéfica y sus conversaciones giran alrededor de que no tiene dinero y lo costoso que es todo.
Si estas incomodas escenas que muchas veces llegan a la mezquindad te resultan familiares, estás frente a un tacaño. En esencia, la tacañería es lo opuesto a la generosidad y no se limita al dinero. Por lo general. las personas tacañas son envidiosas, egoístas, egocéntricas y obsesivas. Creen tener la razón en su forma de actuar y siempre acaparan la atención con su comportamiento, restándole importancia a los demás.
Aunque hay algunos estudios relacionados sobre el tema, no hay consenso sobre las causas de la tacañería, sin embargo, puede tener su origen en experiencias de carencia. Escasez emocional y material que esconde una profunda inseguridad en sus propias capacidades y lo que el futuro les puede proveer.
Por lo cual los tacaños tienden también a ser personas quejumbrosas, negativas y pesimistas
Ya que los seres humanos dónde enfocamos nuestra atención, allí va nuestra energía y en eso se convierte nuestra vida, por ello para un tacaño su vida se centra en acumular y retener. Por lo cual tampoco disfruta nada de lo material que obtiene y rara vez consigue generar riqueza pues vive inmerso en el miedo, visualizando un futuro de pobreza. Mientras que una persona generosa da, encontrando en ello satisfacción; una persona mezquina acapara y dar le resulta incómodo, generándole ansiedad.
Aunque este comportamiento se asocia con el dinero, una persona tacaña suele ser mezquina también en otras facetas de su vida. Pues tampoco son colaboradores, buenos ciudadanos, vecinos o amigos, muy pocos tienen relaciones de pareja felices y duraderas y nunca dan sin esperar nada a cambio.
Todo lo contrario a la abundancia, que es un pensamiento y un sentimiento positivo que nos lleva a confiar en nuestras posibilidades. Sin insanos apegos por lo material, viendo el mundo de forma positiva, agradeciendo por todo lo que tenemos y lo que la vida nos ofrece. Siendo creativos en las formas de generar riqueza en infinidad de formas, para nosotros y los demás, al entender la generosidad como nuestro mayor potencial de grandeza.
Si has llegado hasta aquí, es porque el tema de la tacañería, al igual que a mí, te interesa. También tienes interés por el dinero, un recurso valioso que cuidamos. Pero, si sientes que el manejo del dinero te preocupa demasiado, o este te causa conflicto en tu relación con un ser querido. O, sientes que en lugar de abundancia, en tu vida solo ves escasez; y te preguntas si has traspasado el límite entre la frugalidad y la tacañería. ¡Mi último libro es para ti! Empieza a leerlo aquí